Volver al pueblo, volver a casa
Viaje a Castellar de Santisteban
Esta semana, el grupo de la vivienda con apoyo disfrutó de una excursión muy especial, el destino fue Castellar de Santisteban, un pequeño y encantador pueblo de la provincia de Jaén, cargado de historia, recuerdos… y emociones. Para uno de los miembros del grupo fue mucho más que una visita turística: fue volver al pueblo natal, reencontrarse con su historia, su familia, sus raíces.
La jornada comenzó con un recorrido por las calles del pueblo, acompañado por sus compañeros de piso y varios trabajadores del recurso. Pasear por Castellar fue una experiencia emocionante para todos, pero especialmente para ella, que pudo mostrar con orgullo su casa familiar, actualmente vacía, pero repleta de memorias.
Con la voz entrecortada y una sonrisa constante, fue señalando cada rincón con cariño. Sus compañeros, atentos y emocionados, compartieron ese momento único, entendiendo lo importante que es sentirse parte de un lugar, de una historia.
El momento más emotivo del día fue el reencuentro con familiares, vecinos y amigos de la infancia. Algunos no se veían desde hacía años. Hubo abrazos largos, lágrimas contenidas y muchas risas recordando anécdotas del pasado.
Este tipo de actividades no solo ofrecen momentos de ocio y desconexión, sino que también refuerzan los lazos afectivos, mejoran la autoestima y fomentan la participación social. Compartir la propia historia con quienes nos rodean es una forma poderosa de sentirse valorado, escuchado y acompañado.
De vuelta a casa, todos coincidían en lo mismo: había sido un día inolvidable. Para algunos, fue conocer un lugar nuevo; para otros, volver a sentir que pertenecen a un sitio que les marcó para siempre. Las emociones vividas quedarán grabadas tanto en quien regresó a su pueblo como en quienes lo acompañaron.
Porque a veces, volver al pasado con buena compañía es el mejor paso hacia un presente más pleno.
