Nos encontrábamos escribiendo nuestra carta a los Reyes Magos, cuando se ha visto por los pasillos a un señor con barba blanca y corona adornada de oropeles. ¡Sííííí, era Su Majestad Melchor, Rey de Oriente!
Todos, pequeños y mayores hemos aprovechado para pedirle nuestros deseos.
¡Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos, caminito de Belén...!